Una casa amplia, cómoda, con todo lo necesario para vivir, rodeada de olivos, con una preciosa terraza desde la que ves el mar. Muy tranquila y muy bien situada para recorrer todo el este de Creta. Nikos, el propierario te da una magnifica acogida y despedida, con obsequios de productos de Creta, te brinda información y cuida de tí y de la casa. Recomiendo esta casa, en la que mi pareja y yo, jubilados, hemos pasado 8 días felices.