Las ventanas de la habitación no cerraban y fuera había un pequeño pasillo entre las habitaciones (no estaba nada segura de dejar mis cosas allí). Los muebles un poco estropeados y un lado de la cama sin mesita. Uno de los cojines con bola y con manchas. La papelera del baño rota. Por último, las puertas no cierran desde fuera y tienes que pegar un portazo, por lo que bien temprano escuchabas cerrar las habitaciones de alrededor.
Por otro lado, la cama cómoda, personal amable, baño completo con bastantes detalles (kit de belleza con bastoncillos y lima de uñas, gel/champú, body milk...).
El ambiente de fuera del hotel por la noche un caos, a las espaldas al ser zona de fiesta con naves había muy mal rollo.